El otro día estábamos comiendo en un restaurante y todo fue mal. El tiempo largo, larguísimo, la carne fría. Me dolía el alma por esa buena y enorme vaca sacrificada para nada pero así es la vida: muchos sacrificios no valen nada, solo son gestos estúpidos e inútiles.
Mira a ver si cuando vuelvas por charrilandia te da para un café!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!